IMPORTANCIA DE LA HUERTA


IMPORTANCIA  DE  LA HUERTA AGROECOLOGICA

Toda actividad humana que explota en forma irracional y agresiva los ecosistemas altera indiscriminadamente sus componentes bióticos y abióticos, llegando a degradar su estructura genética y su biodiversidad, rompiendo así los ciclos básicos de las diferentes cadenas tróficas de los recursos naturales patrimonio único de la humanidad a través del tiempo y del espacio, los cuales hacen sostenible la vida en todas sus expresiones en la madre tierra.





De ahí que la producción agropecuaria como actividad humana, que busca satisfacer sus necesidades básicas de alimentación mediante el aprovechamiento de los recursos naturales partiendo del proceso básico de la producción de biomasa (semillas, granos, frutas, forrajes, carnes, leches y derivados, maderas, materia prima y otros) a través de la fotosíntesis y de los ciclos biogeoquímicos que se dan en las diferentes cadenas tróficas respetando las leyes de la naturaleza e integrándolos de manera sistemática y funcionalmente ligados entre sí, para alcanzar tanto la sustentabilidad rural como la sostenibilidad ambiental en el mediano y largo plazo.



Pero el actual modelo de producción agropecuaria mal llamada Revolución Verde se caracteriza por: Uso indiscriminado de agrotóxicos (insecticidas, fungicidas, herbicidas, fertilizantes químicos y otros), Semillas mejoradas, variedades, híbridas y transgénicas, utilización de maquinaria agrícola e infraestructura para riego nace como producto de la segunda guerra mundial, con la misión y filosofía de acabar con el hambre y la pobreza rural en los países en vía de desarrollo.

Frente a este escenario nace la agro ecología o agricultura orgánica como ciencia de la ecología que investiga y aplica los conocimiento de nuestros antepasados y los suyos al mejoramiento de la producción y productividad del sector agropecuario, centrada tanto en la sustentabilidad como en la sostenibilidad rural y ambiental; se distingue de las demás ciencias por su singular reconocimiento a la interacción e inseparabilidad y evolución de los sistemas sociales, culturales y ecológicos ligados entre sí de un agroecosistema en particular.


 Por lo tanto se busca quitar esa idea generalizada de que a mayor aplicación de plaguicidas y fertilizantes químicos, mayor es la cosecha, lo que está ocasionando consecuencias fatales irreversibles para el hombre y los recursos naturales; pues estos penetran en las diferentes cadenas alimenticias generando problemas de salubridad con repercusiones impredecibles en el presente y futuro de la humanidad.




Además, existe la necesidad de crear en la ciudad una empresa que ofrezca productos agropecuarios para la canasta familiar producidos orgánicamente, que garantices una excelente calidad nutricional a unos costos accesibles al consumidor, pues en la actualidad éstos tipos de alimentos que se ofrecen en el mercado no son producidos con las mínimas normas de higiene y calidad, haciendo que se atente contra la salud humana al ser consumidos.

De ahí la importancia de crear una granja integral ecológica que sirva como modelo de explotación donde se implemente la producción agropecuaria sustentada en la agricultura ecológica para recuperación y conservación del agroecosistema;  con una visión holística entre lo ambiental, lo productivo y social, para fortalecer y enriquecer los conocimientos sobre tecnologías de producción basados en las prácticas tradicionales como estrategia de consolidación de los sistemas agropecuarios sostenibles para la conservación.

Por todo lo anterior es como se fundamenta y cristaliza los actuales modelos de producción agrícola que se clasifican en:

Agricultura química.  Es el control de insectos plagas y enfermedades mediante la filosofía de la exterminación de todo organismo vivo que se declare enemigo de las necesidades básicas (alimentación), del ser humano.  Este paquete de recomendaciones propia de la mal llamada revolución verde no tuvo en cuenta el daño que podía ocasionar en el equilibrio biológico y ecológico de los recursos naturales por el uso de los agrotóxicos.

Esta no es más que un desgaste de todas las reservas naturales de carbono, fósforo, potasio y otros minerales, se sustenta en fundamentos tales como:  mecanización y riego, uso de semillas mejoradas, fertilizantes químicos, sustancias químicas como agrotóxicos para matar insectos, microorganismos y malezas, proliferación de monocultivos en detrimento de los recursos naturales y de las poblaciones futuras, agresiva comercialización de insumos artificiales convirtiendo el pequeño productor en un consumidor más.  (Durán y Ropero, 1995, 8).

Agricultura biológica.  Llámese también agricultura orgánica, alelopatía, ecológica, natural, biodinámica, indígena, tradicional o campesina.  Todas buscan un mismo fin, que para la organización internacional de lucha biológica (OILB) la definen como:  la utilización de organismos vivos y de sus productos o extractos para evitar o reducir pérdidas o daños causados por organismos nocivos a los diferentes cultivos, se caracteriza por respetar los ritmos naturales de la vida así como en la búsqueda de la cantidad y calidad en los productos cosechados y en la salud de las personas, junto con la búsqueda constante por la conservación y equilibrio de los recursos naturales, evitando al máximo la contaminación.

Agricultura natural.  Según Huffaker y Col (1971) la definen como el mantenimiento del número de la población o biomasa dentro de ciertos límites máximos y mínimos por la conservación del medio ambiente global, con la inclusión de un elementos regulador que es inducido y que se encuentra en relación con las propiedades de la biodiversidad de las especies y de las condiciones propias del medio ambiente natural.

Control integrado.  Se define como la combinación armónica de diferentes medidas tácticas de la lucha en el contexto del agroecosistema, con el objetivo de regular poblaciones de los organismos nocivos a los diferentes cultivos por debajo del nivel de daño económico, buscando el incremento de la producción y productividad de las cosechas en armonía equilibrada con el medio ambiente y su entorno.  (Durán y Ropero, 1995, 10).

Se estima que únicamente el 1% de la fauna insectil es plaga al cultivo, mientras que el 99% corresponde a insectos no plagas; algunos son benéficos para el proceso de polinización de las flores, otros cumplen diversas funciones en el proceso de la descomposición de la materia orgánicas, y airear el suelo, en esta sección se incluye una gran cantidad de insectos todavía desconocidos. (Darman, 1989, 23).

Agricultura ecológica o agroecología.  Es el modelo de producción que aprovecha y aplica el conocimiento de las ciencias ecológicas en la producción agrícola mediante el uso de las herramientas e insumos que la misma naturaleza nos aporta y que en la mayoría de los casos los tenemos en la finca; integra los aspectos benéficos de la agricultura tradicional (indígena, negra, campesina), los adelantos científicos.  Busca producir alimentos de la mejor calidad sin alterar el medio ambiente agotar los recursos naturales evitando todas las formas de contaminación, manteniendo y ampliando la biodiversidad generando un entorno laboral saludable porque la agricultura orgánica es un proyecto de vida en familia.

La agricultura orgánica no es una nueva forma de cultivo, es un cambio de mentalidad acorde con un nuevo concepto de vida, de la sociedad y de las relaciones humanas en oposición a la sociedad de consumo, tomando todo lo bueno y rechazando lo que altere la naturaleza.




Dentro de las prácticas orgánicas a implementar  encontramos:



  • Manejo de materia orgánica y abonos orgánicos.
  • Empleo de plantas y elaboración de biopreparados para control de insectos y enfermedades.
  • Manejo adecuado de suelos mediante prácticas de conservación como curvas a nivel, terrazas, zanjas de infiltración, coberturas muertas, barreras vivas, etc.
  • Empleo de plantas como abonos verdes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario